Un alfabeto de nieve,
en las arboledas de la tarde, presiente la Luz
que se ha encendido:
en mi corazón arde el sueño de Dios,
dejado junto al Belén de casa, que ahora es anuncio
y esperanza, el Amor,
que se ha encarnado entre nosotros,
temblando en las desabridas pajas de un pesebre.
En la noche, una estrella,
el asombro y el júbilo de unos pastores,
la infinita ternura de una Madre
que sabe que en sus brazos
le mira la salvación de los hombres.
Fernando Alda
Navidad, 2024