Buscar este blog

lunes, 10 de julio de 2023

Homenaje a Carlos Edmundo de Ory

 




El día 9 de julio de 2023 mi hija Elvira y yo participamos, por invitación del poeta abulense José María Muñoz Quirós, en el recital poético "Rondando la Muralla", en Ávila, que en esta ocasión era un homenaje al poeta Carlos Edmundo de Ory, en el centenario de su nacimiento, que tan vinculado estuvo a esta ciudad.

Se trataba de escribir un poema tomando como referencia un verso de Ory. En mi caso el verso es "La poesía es una mano debajo de una puerta". A continuación, resaltando en negrita dicho verso, al inicio del poema, os dejo con el mismo.


A Carlos Edmundo de Ory


"La poesía es una mano debajo de una puerta"




o acaso el beso

de las nubes en los bosillos rotos

de una vieja gabardina,

un papel al viento,

la transparencia de una tarde de julio

rodeado de arboledas.

Volver siempre,

en la desmemoria que fue,

soñar, acaso, donde no debes,

en las veletas perdidas en la cabellera

undosa del viento, que regresa

por los atajos acostumbrados, por las islas

en las que se pierde el corazón,

y la sangre es, entonces,

tal vez, un verso

escrito en el añil de la mañana.

La poesía es el respirar

de la ausencia, la mirada

melancólica tras un cristal

con lluvia, tu voz

en los aleros desabridos

que presagian todas las noches

y sus auroras de cal recién estrenada.

La poesía es...


Fernando Alda Sánchez


En el caso de mi hija Elvira,, el verso de Ory es "¿No oyes tú mi murmullo nocturno crepitar?" A continuación os dejo con el poema de mi hija



"¿No oyes tú mi murmullo nocturno crepitar?"


Así es que camino por campos de gloria
cuando se inflaman los signos del cielo,
y no miro nunca hacia atrás.

El suelo que piso me conoce,
sabe de cada una de mis huellas,
me dirijo a un horizonte sin rumbo.

En la furia sonámbula, canto salmos a mi deseo,
mi sangre brota, me recuesto sobre la hierba
y soy sublime.

Heme aquí habitando la noche,
llego a ti como un murmullo.
¿No lo oyes, mi murmullo,
llamándote en la penumbra?

Vive y muere inevitable
siendo un latido de estos mundos.


Elvira Alda Peñafiel



jueves, 6 de julio de 2023

Azul el día, 15


15



Arrastra el río, entre el abrazo de los alisos

que verdecen en sus orillas,
el agua que fue de nuestra vida,
esperando el mar, que habrá de ser
tierra fértil para crecer y volver
a caminar. Bajo la umbría de los árboles
crece la hierba del abandono,
huertos que fueron morada
de frutales fragancias, el sueño y la siesta,
el cuidado con el que los hombres
levantaron las cercas de piedra,
el amor al hendir la tierra
en los bancales
para asentar raíces y florecer,
el espejear
de los prados recorridos por las arterias
de cristal y plata del agua que nació
en la montaña, en la cresta del día,
rodando entre guijarros, como una oración,
llevando las palabras que escribes
irse con la arena del reloj.
Va desposeído el día, sin amo,
desabrido, con un afán de galopar
hasta el fin de los tiempos,
el Armagedón en el que todo será juzgado,
incluso tú, que te escondes
en estos rigores de julio y buscas lo oculto
y la sombra, el frescor que habrá de aliviar,
como un bálsamo,
tus huesos vulnerados por el transcurrir
inmisericorde de los años
que ahora quisieras recobrar en el tesoro
enterrado de una ínsula misteriosa
y lejana. Arde el día en su arcano,
la paz, fenece,
y en la noche, que es madre,
quedarán prendidos
los jirones de la derrota.


Fernando Alda Sánchez