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martes, 30 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 49, 50, 51


49


Como un vilano
deshaciéndose en el viento,
así la mirada sobre los restos
de una arboleda de recuerdos,
en llamas de otoño,
solo desmemorias,
la bandera del día.


50

Es esta derrota una ofrenda
de cenizas, la amarga
caída en los abismos,
ese deseo de volver a renacer,
desde el fondo de la garganta,
en un verso de aire.


51

En esa tristeza de un atardecer
sin hora fija,
en el abandono del viento,
que va sin dueño,
libre, como estos versos
que acaban de nacer
y ya caminan.


Fernando Alda


martes, 23 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 46, 47, 48

 


46


Es la desmemoria de tantas noches
en las esquinas del fin del mundo,
esa soledad que se te pudre
en los tuétanos, en la melancolía
atroz de los huesos,
el desastre.


47

Hilvanes de poesía,
versos de urgencia,
arrebatos líricos,
como la noche que se despierta
desde el fondo de los baúles
que hay en los desvanes.


48

La tibia sombra que se asoma
en el patio, la ternura 
de unos asfódelos en un arriate
escondido en el corazón.

Fernando Alda


sábado, 20 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 43, 44, 45

 

43


Ese vuelo antiguo
de las aves que amanecen
en soledad, deshabitados
ojos, tan ciegos,
que han de volver
a aprender a mirar.


44

En este viejo cuaderno de viaje
quedaron las lágrimas
que me cansé de esperar,
la devastación del alba,
que cayó asesinada
entre las nubes.


45

Alza el vuelo la luz,
en su infinita nostalgia,
como una celebración,
la ebriedad de las auroras,
el lecho íntimo
en el que crece 
la madreselva que duerme.


Fernando Alda





jueves, 18 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 40, 41, 42

 


40


Solo la luz,
de azul sus ojos,
solo la luz...


41

Despide esa rosa última
un aroma de claridad,
como un mediodía de julio,
cuando esperas que del cielo
descienda una nube de silencio.


42

No espero nada del viento,
que confunde las herrumbrosas
veletas, juega con sus esperanzas,
y dispersa hojarascas,
como si fuesen palabras
abandonadas por esos extraños
poetas que viven en los caminos.


Fernando Alda


miércoles, 17 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 37, 38, 39

 


37


Retorna el fuego
a su vida de madera,
al sueño primero,
allí donde aletea un pájaro,
la flor de nieve
que trae el viento 
en cada amanecer.


38

Este jardín de sombras
alargadas, tal vez cipreses,
que recuerda los adentros,
las estancias más ocultas,
la verdad que no deseamos
conocer.


39

Esa es la ciudad
que aparece en tus sueños
develados, entre nieblas
y pantanos grises,
más allá
de la frontera.


Fernando Alda

martes, 16 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 34, 35, 36

 



34

Quedaron lejos los años
y los caminos,
los amaneceres y su esplendor.
Retorna siempre,
tu casa espera.


35

Solo la fidelidad
de la luz entre tus manos,
alumbrando adentros,
estancias nuevas,
para estrenar la voz
que debes al viento,
bajo la sombra de una higuera.


36

En el aire, el asombro
de los días de lluvia,
el beso del sol,
un ramo humilde de amapolas
deshojándose junto
al camino cuando la tarde 
fenece en su desasosiego.


Fernando Alda Sánchez






viernes, 12 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 31, 32, 33


 31


Hay muchas lágrimas
lloradas que nadie ve.
¡Tanto dolor!
¡Tanto abandono!
Por la ribera del río,
la sola muerte,
de azul y espera.

 
32

Cuando en el poema
falta el aire, cuando el corazón
no respira,
y en la luz hay cristales
que son espadas...
entonces, solo es posible
cerrar los ojos y soñar.


33

En el atardecer,
una mirada de lluvia,
la niebla de los años
hilvanada en el deseo,
la voluntad perdida,
tu nombre solo.


Fernando Alda Sánchez

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 28, 29, 30

 


28

Un sendero entre la luna
y su luz, para alcanzar
melancólicas estrellas
hechas de aire y de nada.


29

Duerme la voz,
en la espera...


30

En el corazón el deseo, 
el pensamiento que se desboca
en la noche sin encontrar 
la orilla del mar.


Fernando Alda

lunes, 8 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 25, 26, 27

 

25

Asciende el sol
tal lo haces tú en la montaña,
en el sendero
de la desmemoria,
en el rescoldo
de lo que fue pasado
y ya no es.


26

Alta luz para tan serenos
ojos de niebla...


27

En el fulgor de las mariposas
está la huella del barro
que somos, la luz que espera
a alcanzar su cenit,
la redención.



Fernando Alda





jueves, 4 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 22, 23, 24

 


22


Son hilvanes de mi vida,
aquellos que sujetan las costuras
de las lágrimas, del dolor,
la duda, las sombras,
el paso del tiempo
que jamás detiene su deseo
de avanzar, aún a contracorriente.


23

Desmemoria de mis huesos,
que olvidaron otros inviernos,
en la tierra fértil que luego habrá de sangrar
cuando sea primavera,
como este pájaro de soledad
que aletea triste en la jaula
de mi pecho de olvidos.


24

Largo es el camino,
lleno de ausencias,
las manos abiertas
en el amanecer de los sueños,
sin hogar, temblando,
puede que ese corazón
que aún te palpita
en el pecho,
roto y desangelado.


Fernando Alda Sánchez

martes, 2 de noviembre de 2021

Cuaderno de viaje, 19, 20, 21

 


19

Se suceden paisajes
desolados, 
ríos, arboledas,
como el agua que eternamente fluye,
desde un tren
sin conductor,
que a ninguna parte lleva.


20

No alcanzo a comprender
estos misterios que el alba
deja en el alféizar
de una ventana de tristeza,
como mi alma,
que no encaja en ninguno 
de los moldes que me ofrece
el mundo: tal vez
por ello vuela en otras alturas,
lejos del humo
y la ceniza de las hogueras
de los hombres.


21

En el asombro se quedaron
mis ojos nuevos,
junto a la hojarasca,
en este otoño perpetuo
en el que de nada sirve llorar
o hacerse el muerto.


Fernando Alda