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miércoles, 8 de octubre de 2025

Con los ojos muy abiertos, 4

 


Foto: Fernando Alda




IV


Alta se abre la ventana
por la que se asoma
el sueño nocturno, el recuerdo
de la primera nieve que vi
caer en la infancia,
ya no se cuándo,
tal vez en Ávila, en un año
impreciso, con los ojos
muy abiertos, acaso comprobando
los límites del croquis del mundo.
Solo se que era por Navidad,
y que el corazón ya me ardía,
como a las figurillas de barro
pobre del Belén que aún conservo
a resguardo entre el serrín de la memoria.


Fernando Alda

Con los ojos muy abiertos, 3




Foto: Fernando Alda




III





Sobre estos muros, hoy derruidos,
se sostiene mi deseo, la voz
que debo al viento, la voluntad
de seguir caminando. Viene
de muy lejos el agua para besar
estos pies cansados de senderos
sobre los que me levanto cada mañana,
y en el frescor con el que riega
lo que aún es el huerto,
de tierra oscura, en el que crece
mi palabra, hay frutos que van
sazonándose en un eterno verano.


Fernando Alda

Con los ojos muy abiertos, 2

 


Foto: Fernando Alda



II




La nieve lejana que se aprecia
en esa cumbre entre edificios,
extraña y mortal, en el horizonte
que todos los días, como el que 
se anuda la corbata, veo alzarse
ante mis ojos, que aún,
afortunadamente, no han perdido
el asombro al cruzarse con el sol.


Con los ojos muy abiertos, 1

 







Inicio hoy la publicación en el blog de un nuevo poemario, bajo el título de "Con los ojos muy abiertos". Espero que te sea grato, lector, como hasta ahora lo ha venido siendo mi poesía.








"Siempre caro me fue este collado
yermo y este seto que de tanta parte
del último horizonte la vista excluye"


Giacomo Leopardi



Foto: Fernando Alda




I



Qué sola y perdida está la noche
cuando salgo a contemplar
su inmensidad desde el balcón
azul de mi casa.
Parece que abandonase los sueños
y fuese solo arena,
luz inerte de estrellas muertas
que llega hasta esta orilla
abandonada en la que mi corazón
yace desolado. Todo parece
imposible, aunque, al menos,
respiro como lo haría una nube
antes de llover. Mis manos
ahora están vacías, pero se que no 
todo ha sido en vano.

Fernando Alda