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sábado, 9 de agosto de 2025

Almenaras de sombra, 62

 

Foto: Fernando Alda



Arde el alma,

anhela alzar el vuelo,
mirar como lo hace Dios,
amando, y en los salmos
que canta el viento
regresa la verdad.


Fernando Alda




Almenaras de sombra, 61

 

Foto: Fernando Alda


La espesura de estos bosques

en los que dejar descansar el ánima,
bálsamo para heridas
internas. Y llueve y es sosiego,
al tiempo que miro cómo el paisaje
se viste de niebla y esplendores.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 60

 

Foto: Fernando Alda



Un arcángel mira desde la sombra

el paso del viento entre las montañas,
alma en tensión,
hacia lo Alto,
morada de cristal,
allí donde esperas.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 59

 

Foto: Fernando Alda


La brisa nocturna

calma el desasosiego del día,
rendida la luz yace ahora
a mis pies, esperando
la aurora, que volverá a vestir
las túnicas del día.
Es ahora, cuando solo espero
el sueño, o nunca,
acaso la rendición de la tristeza.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 58

 

Foto: Fernando Alda

No acierto a describir el color

de los lirios esta mañana,
su ropaje, pero su fulgor
es certeza, saber que vivo,
aunque mortal,
y que espero, como lo hacen ellos,
el beso de la lluvia
y la mano de Dios.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 57


Foto: Fernando Alda


El ruido y la furia del mundo,

una calabaza hueca,
tal vez la calavera de Yorick,
élitros de insectos entrechocándose,
quelíceros, un zumbido de moscas
devorando cadáveres.


Fernando Alda

 

Almenaras de sombra, 56

 

Foto: Fernando Alda


Un instante, en la tarde de julio,

mi jardín en silencio,
leyendo a Boecio,
buscando El consuelo de la Filosofía.
Algún pájaro viene a asomarse
a mis adentros, preguntando
dónde dejé el equipaje,
la poesía, las miradas
perdidas, estos versos
que ahora escribo,
como si no escribiese.
¿Tengo respuestas para ellos?


Fernando Alda



Almenaras de sombra, 55

 

Foto: Fernando Alda



Junto a la ventana de cristales
rotos, la alondra
enamorada del sueño,
la Ítaca que todos llevamos dentro.
Muere en la playa el viaje
de este aprendiz de Ulises que soy,
y entre las algas prendidos
unos versos serán mi epitafio.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 54

 

Foto: Fernando Alda


Asperja su aroma el tilo,

es primavera en la sangre,
y en los ojos,
muy profundo,
arde un silencio de amapolas.
Y viene la luna para quedarse.


Fernando Alda

jueves, 7 de agosto de 2025

Almenaras de sombra, 53

 


Nombrar la luz, en un instante,

cuando crece el aire entre tus manos,
tal un nido, y en la escarcha
se repite la mañana,
rosa de los vientos,
o es el astrolabio con el que enderezas
el rumbo de la memoria.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 52


Un poema escrito en el cielo,
cuando la lluvia amanece.


Fernando Alda
 

Almenaras de sombra, 51



Atardece en el corazón,

pero la noche tiene sus estrellas.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 50

 




Desde el Sur, la voz que clama,
el viento desmelenando veletas,
con aroma de mirtos,
el eco del mar, el mediodía
rotundo en el que se dibujan
unos poemas que me parecen
como recuerdos.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 49

 



De cuando fuimos jóvenes,
la luminosidad del día,
el fulgor de la hierba
antes de ser segada,
con el rocío, la pura
luz hilvanada en el aire.
Ahora, ascuas,
pavesas, rescoldos,
tizones, sombras
que aún alumbran
tras el resplandor de la hoguera.


Fernando Alda