De cuando fuimos jóvenes,
la luminosidad del día,
el fulgor de la hierba
antes de ser segada,
con el rocío, la pura
luz hilvanada en el aire.
Ahora, ascuas,
pavesas, rescoldos,
tizones, sombras
que aún alumbran
tras el resplandor de la hoguera.
Fernando Alda
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