enamorada, mientras la tarde se extingue.
Hacia el oeste van las ausencias,
el desasosiego del agua
que no encuentra cauce.
En las manos, un ramo de flores
que ofrecerás a la noche,
como una bendición o un salmo,
y en lo profundo y oscuro
brillará la estrella que lleva tu nombre.
Fernando Alda
No hay comentarios:
Publicar un comentario