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martes, 30 de julio de 2024

Infinito

 

Foto: Fernando Alda 



Deslumbra tus ojos esta luz
transparente de los últimos días de julio, 
bendición u ofrenda,
cuando aún solo se presiente
cómo será el paso previo
al atardecer.
Y en la quietud de las horas,
aunque el viento peina
aleros y cornisas, 
va desgranándose la soledad
que te envuelve,
tal una clámide,
y la vista de este paisaje pudiera ser el infinito 
como en el poema de Leopardi.


Fernando Alda 


jueves, 25 de julio de 2024

La mirada inactual, 11 / La mirada de Dios

 


Foto: Fernando Alda


          El ángel que nos mira. La mirada de Dios. Saber que pese a todo el devenir histórico, a los fulgurantes acontecimientos de cada día, permanece entre nosotros la Palabra de Dios, su forma de vernos, la mirada con la que nos mira, y que no ha de traernos cuenta el paso del tiempo, la sucesión de los días, o el reflejo de las edades, pues estamos llamados a lo Eterno. Y es consuelo saberlo así, como cuando hallas una fuente en medio de la ascensión a la montaña, entre peñascos, y su agua tan fría y transparente te devuelve memorias y es descanso, solaz, como la paz que Cristo nos entrega.


           En medio del fragor de la batalla, la mirada de Dios, la mirada del ángel, o la de un arcángel, pudiera ser, en combate nocturno, como Jacob, sabiendo que esa mirada, que es Amor, es el consuelo de la fuente alpina, el frescor del agua, que brota como una bendición para el caminante que sigue el estrecho sedero que lleva a lo Alto.

            Fuentes humildes, en las cunetas de los caminos, junto a los acianos, en medio del páramo, unos juncos que nos ofrecen su verdor, entre el oro antiguo que impera en el paisaje, tal vez un álamo, o dos, junto a ellos, como la fonte que mana y corre, desde lo escondido, la de Duruelo, la de Juan de la Cruz, en estas soledades de Castilla, para el buscador, para el que busca la mirada de Dios, para el que sondea lo inefable, lo eterno, como el poeta, que rebusca entre los pliegues del lenguaje, bajo sus mantos y entretelas, esperando hallar los versos más hermosos en la noche, una brizna de belleza en los hilvanes que sostienen las palabras en el discurso, la certeza del alfabeto con el que construir nombres propios, verbos, oraciones, párrafos, textos.

          Y entre fuentes, la mirada de Dios, desde el principio. Y eso es lo que busco, los ojos de Dios, su rostro, que ahora solo adivino entre nieblas, entre melancolías, pues solo podré verlo cuando cruce al otro lado de la luz y de las sombras, cuando Cristo mueva la piedra de mi sepulcro y me diga, en voz alta, como a Lázaro "Fernando, sal fuera" y mis ojos volverán a la Luz, mirarán como lo hace Él, y recordaré las fuentes en las que bebí el agua humilde que fue consuelo, clemencia, esperanza en el camino, y, tal vez, seré agua también, subida a los cielos, para ser lluvia y puede que fuente, o manantial, o un simple charco en el que bebe, con su pico tan pequeño, un gorrión.

            Dios nos mira ¿Qué verá?


Fernando Alda

sábado, 8 de junio de 2024

La transparencia

 

Foto: Fernando Alda 

La lluvia hace brillar la piedra 
dorada, cúpulas y frisos
de aire, o es la transparencia de las palabras,
el alfabeto de la luz que se va
hacia el oeste en busca de las últimas 
sombras que luego serán 
un alba recién estrenada.
Es tu nombre en la arena,
esperando esa ola que borrará 
el trazo, la voz y la memoria.


Fernando Alda 


miércoles, 29 de mayo de 2024

Caminos

 

Foto: Fernando Alda 


Como el agua abre caminos 
cuando amanece la lluvia,
y todo es nuevo,
recién estrenado en los charcos
que se forman en el patio 
trasero de casa,
o desde la biblioteca sueñas
con archipiélagos que no tienen
nombre o dueño,
como las heridas del polvo
y la desmemoria, 
solo un baúl sin tapa,
el arpa del salón,
vestigios de lo que fue
y hoy solo es ruina.

Fernando Alda 




Claridad

 

Foto: Elvira Alda



En la claridad de la luz que inicia
la tarde se derrama el recuerdo,
tal la alegría de saberse vivo
entre el esplendor de las flores.
Es la transparencia del asombro,
la certeza de lo inmediato 
y más a mano,
como el aire que respiras.
No hay sombra posible,
solo un espejo en el fondo
del tiempo, el dibujo de los contornos,
una mano entre papeles
escritos, rebuscando palabras 
y la azul tristeza de la ausencia.


Fernando Alda 

jueves, 23 de mayo de 2024

En las manos

 




Foto: Manuel Alda

Alza el vuelo una calandría 
enamorada, mientras la tarde se extingue.
Hacia el oeste van las ausencias,
el desasosiego del agua
que no encuentra cauce.
En las manos, un ramo de flores
que ofrecerás a la noche,
como una bendición o un salmo,
y en lo profundo y oscuro 
brillará la estrella que lleva tu nombre.


Fernando Alda 

martes, 14 de mayo de 2024

Amaneciendo

 

Foto: Fernando Alda 


Está amaneciendo como lo hace
la lluvia sobre la escalera de tu casa,
en silencio, solo un corazón 
hecho astillas para dejar
memoria de los años
y de la ceniza, un esplendor 
de versos sueltos acurrucados
en un jarrón en penumbra,
cuando todo ya no es más 
que escritura, o las manos
metidas en los bolsillos
del viejo pantalón para los días imposibles,
una camisa recién estrenada
para salir a la mañana.


Fernando Alda