Una candelita encendida,
tal una nonada,
pero me basta para decirle a Dios
que aquí sigo, en la tormenta,
para que no se olvide de mi
en la soledad y en la helada.
Fernando Alda
Una candelita encendida,
Esperando a ver amanecer,
La lluvia vela estos pórticos
Un sillón rojo para leer,