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lunes, 19 de mayo de 2025

Almenaras de sombra, 24

 


Una candelita encendida,

tal una nonada,
pero me basta para decirle a Dios
que aquí sigo, en la tormenta,
para que no se olvide de mi
en la soledad y en la helada.


Fernando Alda




Almenaras de sombra, 23

 




Mas niebla, en mis ojos,
un velo de nubes
en el cuello,
y las manos abiertas,
esperando la bendición
o la ofrenda.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 22

 



Esperando a ver amanecer,

desde muy temprano.
Los dedos fríos, por la helada.
Presiento la nieve que será hogar,
el filo de la luz, el canto de un gallo
que será el aviso.
Todo muy despacio.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 20

 




Si es otoño, y amanece,
oros antiguos,
sangre, el esplendor
de la nada, y aún así
adornarás el fulgor
de este paso.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 19

 



Una cúpula de niebla
sobre los ojos, el velo del luto,
o la sombra del viento,
que te asiste.


Fernando Alda


Almenaras de sombra, 18

 



La mirada, comprender,
o la respuesta que no acabas
de encontrar entre tanto dolor,
pero no la duda.
En ocasiones basta para vivir, 
solo eso.


Fernando Alda

miércoles, 7 de mayo de 2025

Almenaras de sombra, 17

 


Espero, luego creo.


Fernando Alda




Almenaras de sombra, 16

 


La lluvia vela estos pórticos

de piedra, entre las columnas,
el tiempo ha tejido una tela de araña,
hilvanada con retales de memoria.
Acaso un suspiro,
una mirada furtiva,
podría ser el mundo,
o solo el peso de un gorrión,
la levedad de una lágrima
en la mejilla en la que se encienden
los sueños. Así abro
los ojos, tan cansados,
con la ternura de la madre
que ve por primera vez a su hijo,
y escribo estos versos para vivir
sin pensar en la muerte.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 15

 



Agua, por todas partes, agua,
frescor del estío,
la Redención.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 14

 


Un sillón rojo para leer,

un poco de luz,
Horacio entre las manos,
su Ars poetica,
y memoria entre la niebla,
algunos versos
descuadrados en un poema
que se rompió al caerse,
como los pétalos de la última
rosa que ofrecí a la tarde,
todo en silencio, en la casa,
esperando que mi mano
devuelva a la vida
aquello que está deseando ser.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 13

 





Viento de otoño, que arranca
los recuerdos, de cuajo,
como ascuas de fuego,
te invoco para despertar
del letargo, de la lluvia
mortal, del beso de la dama 
de azul, que aún perdura
en el paisaje.


Fernando Alda


martes, 6 de mayo de 2025

Almenaras de sombra, 12



Si aún me emociona
leer un poema cuando la lluvia
persiste en el tejado, o mirar a los ojos a la muerte,
y saber que no tendrá victoria,
si aún soy capaz
de derramar una lágrima
por aquellos que no tienen techo,
si el dolor es como apretar
fuerte en las entrañas, y lo entiendo,
si aún creo que la vida
merece la pena ser vivida,
si todo lo hago por mi Cristo,
por amor,
entonces, nada está perdido,
el color de las flores, el trino de un pájaro
en el alféizar, ese beso que robamos
al amanecer, la tibieza
de una mano sobre la tuya
tras el aguacero.


Fernando Alda

 

Almenaras de sombra, 11

 




La tormenta, como una batalla.
Así la vida. Y luego,
toca recomponer paramentos,
repintar estucos, vidriar
ventanas, retejar
techumbres, encender el fuego,
como hago cada mañana,
para saber que estoy vivo
y que con el humo,
que se escapa por la chimenea,
se marcha algo de mí,
como el fulgor de la hierba
que luego se seca
y es arrojada al horno.
No quedará memoria,
salvo en los cielos.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 10

 


Soy mortal. Estoy de paso.




Fernando Alda