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miércoles, 30 de julio de 2025

Almenaras de sombra, 48

 



Cuando todo o todos

te dan la espalda, mas Cristo
va contigo, tensa
el ánima, aprieta los puños,
vas por buen camino.

Fernando Alda

Almenaras de sombra, 47

 



La felicidad es imposible,
busco solo la alegría.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 46

 



Desde la noche
escribo estos versos
tan desamparados,
junto a una candela,
orando, para ir,
mar adentro,
a buscar lo eterno.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 45

 




Con estas alas malheridas,
como palabras que no sirvieron
para expresar la melancolía
de la lluvia en este paisaje
de penumbras, trato de volar
hacia el cénit del día,
con la certeza
de que lo tocaré con la punta de los dedos.


Fernando Alda

sábado, 26 de julio de 2025

Homenaje a Ernesto Cardenal en el Centenario de su Nacimiento (1925-2025)



Este poema, incluido en el número 35 de la revista El Cobaya, dedicado íntegramente al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, con motivo del primer centenario de su nacimiento (1925-2025), lo leí en la presentación de la revista, en el mes de julio de 2025, en el Jardín de San Vicente, en Ávila .El primer verso corresponde al propio Ernesto Cardenal.


Nos entregaban a la muerte todo el día,

 

como las ascuas de los recuerdos

cuando van apagándose al caer de la tarde,

presentida la noche con el brillo del primer lucero

o las ausencias que habitan

el alma, sed de infinito,

y es un arcángel de sombra

el que llora mi tristeza

en las tapias del cementerio.

Morir para vivir siempre,

más allá de las estrellas y del desasosiego,

allí donde habita el Amado,

y todo es nuevo, como nueva es la muerte

cada día, contra toda esperanza

hasta donde se adivina lo que alcanzan los ojos.

Y asi, en los cielos, los vencejos

escriben con letra de sangre,

en el atardecer,

mientras las amapolas encienden

los campos con la última luz,

tizones que son o lágrimas

al rojo, como está mi corazón

ahora, mientras escribo,

y es poesía la que me abraza.

 

 

Fernando Alda

 

jueves, 24 de julio de 2025

Almenaras de sombra, 44

 


Sepulto está mi corazón

en este pecho de ausencias,
es la hora crucial
para elegir camino,
o resolver el enigma,
o bien de cortar el nudo.
En los álamos de la ribera
de este río que parece el Leteo
quedó dormida la esperanza.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 43

 



Voy anotando sobre el agua
el aroma de las últimas rosas
que se abrieron, su color,
los pétalos que se perdieron
en el viento, esa sombra 
imaginada al despertar
y no encontrar consuelo.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 42

 


No puedo tocar el aire
en estas soledades que habito,
como tristeza, flores de arena,
el idioma con el que hablo,
en oculta verdad,
el nombre de lo que no tiene nombre.


Fernando Alda

Almenaras de sombras, 41

 



El corazón, tal los restos de la batalla:
lágrimas heladas,
o, en ocasiones,
unos besos o espadas.


Fernando Alda



martes, 8 de julio de 2025

Almenaras de sombra, 40

 


El resplandor de la lumbre

en una noche de invierno,
como el teatro del mundo.
Escribo aún cartas a nadie,
que dejaré en el correo del viento,
y serán esperanza o nada,
para ti, que quisieras leerlas.
Mientras ese día llega,
antes de que las sienes se vuelvan
plata antigua, te dejo
alguno de mis poemas.


Fernando Alda


Almenaras de sombra, 39

 


Senderos de penumbra,

los ojos casi velados
con los que me asomo a lo que
me circunda, apenas sombras,
jirones de tinieblas,
aunque en mi corazón,
os lo aseguro,
arde la alegría.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 38

 


Mirar hacia lo lejos,

a las colinas, a la ermita en el otero,
al verde pinar,
al oro que espejea en los campos,
aguardando la siega.
Adivinar luego, como en un juego,
lo que será
invierno, la cellisca,
el lanzazo del hielo en el costado,
como el olvido
que se olvida, en una mesa,
tal un ramo de violetas,
sobre un poema, junto
al retrato en sepia de cuando fui un niño.


Fernando Alda


Almenaras de sombra, 37

 




En estos versos, la tristeza

que nombra el exilio
interior. Una niebla
perpetua, en la que se adivinan
luces, como antorchas, o siluetas,
tal vez ascuas,
pero no acabas de ver,
y el agua helada,
entre los hilvanes que sostienen
mi ánima.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 36

 




Busco, quiero hallar,
hallaré. Y en el cielo,
las nubes que sueñan
con ser lluvia.


Fernando Alda




Almenaras de sombra, 35

 


Entre las azucenas unos versos,
memoria de la primavera,
cuando es estío,
y solo la sombra puede cobijar
el alma, en la inmensidad
y en la espera. Vendrá la noche,
habrá paz, puede que el silencio
que aguardan mis ojos
interiores, un remanso
que recordase, en el calor,
el hogar de la nieve
y la altura, o solo el deseo
de volver a ver un amanecer más.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 34

 



Solo el agua es vida,
una defensa, para los labios
o los versos resecos,
para el decir, para el soñar,
el esperar, como espero
otras auroras. Solo el agua
lava la sangre detenida,
la palabra coagulada,
solo el agua es como la esperanza,
como una blusa que ondea
al viento, ternura y hogar,
tal la sombra en el atardecer,
solo el agua y Dios nos esperan.


Fernando Alda




martes, 1 de julio de 2025

Almenaras de sombra, 33

 



Buscando la umbría,
como la noche sus estrellas,
en este páramo en el que crece el cardo,
el piorno, buscando
una fuentecilla, el verdor de unos juncos,
o un álamo solitario
que apunta hacia los cielos
abiertos, inmensos,
de tanto señalarlos.


Fernando Alda