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lunes, 21 de abril de 2025

Almenaras de sombra, 9

 



Aletea una calandria en la sombra
del jardín, y es, tal vez,
el grosor de la vida,
la balanza con la que nos pesarán
el alma, el día del Juicio.
Desde ahora pido a Dios misericordia
por los días en los que me alejé de su Casa
y eché en el olvido su presencia.
Solo el esplendor de las glicinas
me devuelve el sosiego,
y la tersa luz de junio,
que se alarga hasta abrazarme.


Fernando Alda

martes, 8 de abril de 2025

Almenaras de sombra, 8

 



Hay días en los que no recuerdo
nada, desmemorias y nieblas,
como si no hubiese sido,
o solo ceniza en los bolsillos,
tal será mi epitafio,
nada, la Cruz desnuda,
el asombro,
ascuas en el corazón de los que me quisieron,
o el paso de la lluvia como un poema
entre las flores.


Fernando Alda


Almenaras de sombra, 7

 



En el mediodía, la luz

desbordada, una mariposa
blanca en el azul transparente
del cielo, cuando escribo
unos versos, apenas nada,
tinta triste sobre un papel viejo,
una arruga más en el reloj,
solo la compañía del silencio,
en oración, Abba,
esperando siempre como el que espera
reflejos en el agua muerta
del estanque, la voluntad
y la bendición de saberme
vivo mientras la tarde llega.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 6

 


Mira el mirlo mi soledad,

la ausencia, la silla de anea
desfondada sobre la que se sienta
el desamparo, y me acompaña
con su mirada, la aureola del abandono
en mis ojos, los harapos
con los que me cubro,
y sigue mirando,
comprendiendo, para que no esté
solo, en esta tarde de junio
en la que el viento se ha ido a dormir
y las estrellas han de dejado de brillar.
El mirlo.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 5

 



Lo eterno, en el fulgor

del lirio, vestido tal Salomón,
en el pajarillo que en enero,
con la helada, busca entre la escarcha
una miga de pan, un pedacito
de galleta, en el parque,
que abandonaron los niños
en su corto juego, mientras el sol
se ponía. Así yo hoy,
buscando entre las azucenas
un retal del alma, un breve
esplendor, el brillo de un vidrio
roto, como si fuese la esperanza.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 4

 




Los senderos del aire, en la distancia,
recordando la lluvia,
quizá la memoria de la niebla,
allí por donde he de regresar.
Así, en ascuas
los ojos, de tanta lágrima,
la melancolía del heno
que habrá de ser segado,
y el cielo, los pájaros
buscando nubes de papel
y espuma. Y volveré.

Fernando Alda


Almenaras de sombra, 3









Cavar en el agua,
cavar en el aire,
como el que cava su tumba ,
sabiendo que lo hace,
mientras el sol se pone,
últimas ascuas en los ojos,
luego solo noche,
sin esperanza, o ausencia
de las ausencias,
el agua y el aire,
que parecen nada,
o la pérdida, una pared
en blanco, la aurora 
sola que abre sus pétalos
para decir mi nombre,
y es memoria en ese instante
lo que no está,
el vuelo de un alcaraván
en la inmensidad de la tarde.


Fernando Alda



viernes, 4 de abril de 2025

Almenaras de sombra, 2

 








II


Canto, canto para que Dios me escuche,
para su solaz, para que sepa
que estoy aquí, tratando
de encender una candela
y pueda verme a través de la tiniebla.


Fernando Alda

Almenaras de sombra, 1

 

Foto: Fernando Alda





          Comienzo hoy la publicación en el blog de un nuevo poemario, con título "Almenaras de sombra" Juzgue el lector de todo cuanto escribo según su sensibilidad y entendimiento y disfrute, si así es su deseo, de estos versos que he escrito con tanta ilusión para Dios y para él.



   



"... dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado"

San Juan de la Cruz




I


La sombra de un pájaro
sobre la cal de la tapia,
en el añil de un cielo que se deshace
con la melancolía de la última rosa
de julio, como esperando
siempre que el agua borre lo escrito
sobre ella. Así me asomo
a la soledad del sendero,
que se pierde entre colinas
y nubes, con la esperanza
del que aguarda
la redención de lo vivido.
Es la altura del mundo, 
no más allá de lo que crece
una amapola,
su peso,
tal el junco que verdea
en ese manantial escondido
del que brota la vida.


Fernando Alda