Lo eterno, en el fulgor
del lirio, vestido tal Salomón,
en el pajarillo que en enero,
con la helada, busca entre la escarcha
una miga de pan, un pedacito
de galleta, en el parque,
que abandonaron los niños
en su corto juego, mientras el sol
se ponía. Así yo hoy,
buscando entre las azucenas
un retal del alma, un breve
esplendor, el brillo de un vidrio
roto, como si fuese la esperanza.
Fernando Alda
No hay comentarios:
Publicar un comentario