43
Ese vuelo antiguo
de las aves que amanecen
en soledad, deshabitados
ojos, tan ciegos,
que han de volver
a aprender a mirar.
44
En este viejo cuaderno de viaje
quedaron las lágrimas
que me cansé de esperar,
la devastación del alba,
que cayó asesinada
entre las nubes.
45
Alza el vuelo la luz,
en su infinita nostalgia,
como una celebración,
la ebriedad de las auroras,
el lecho íntimo
en el que crece
la madreselva que duerme.
Fernando Alda
Me gusta. Graciss, Fernando.
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