Torna mudo el aire
a estas ventanas de sombra,
como si quisiera decir
luz y solo balbuciese la ceniza
de palabras que fueron olvidadas,
epitafios de tristeza,
musgos, umbríos cementerios
abandonados, la desmemoria
de los rescoldos que en los idus de marzo
fue asombro, un sueño
de batallas, apenas
polvo, la sola
certeza de aquello que duerme
en el reloj que late
en esta alcoba,
como un corazón de tinieblas.
Fernando Alda
No hay comentarios:
Publicar un comentario