23
El árbol y la sombra, que se asoman
en la tranquilidad de la tarde inacabable
que enciende una fuente en este patio
de misterio y ausencias,
mientras presientes cómo la sangre
alimenta el ajado laurel de todas las victorias
y desde el sur viaja un viento
solitario que va peinando los oteros
y la desmemoria.
Fernando Alda
No hay comentarios:
Publicar un comentario