XVI
En ocasiones no encuentras las alas
que necesitas. Incluso has mirado
en la tumba de Ícaro.
Quisieras alzar el vuelo por encima
del dolor. Arrancar a volar
desde el alero del tejado de tu casa.
Saltar y sostenerte en el aire,
a muchos metros sobre el suelo.
Y ver la salida, a lo lejos,
para ir allí, a ese lugar
en el que no crece la desdicha.
Fernando Alda
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