Miro esas flores abandonadas
en la noche, dentro de un búcaro
roto, nívea silueta en un invierno
de máscaras, de ceniza
espesa, que va tiznando
los ojos como luz muy sucia
de un día triste, que arde en silencio,
sin costuras
o cierres, que se desploma y desangra
como un animal vulnerado que es abatido.
Fernando Alda
No hay comentarios:
Publicar un comentario