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martes, 22 de junio de 2021

Memoria de los calendarios, 8

 

8


Vuelve la pregunta,

la torpe luz
del asombro, las tardes
de hastío y desesperanza,
como el vuelo
de una calandria
o el caer de un azor
desde el cénit de la duda.
No hay espacio
para ser, solo papeles
rotos, triste tinta
que tizna el albor
que buscan las palabras
para nacer, una canción
que escuchas en fragmentos,
como pedazos de música
abandonados
en un pentagrama anónimo.
Mides cuanto te rodea
en la creencia de hallarlo
cierto, como inventado
y escrito, como un recibo
de lo ya vivido que ahora
se despeja en un escenario
de niebla.
Arde el mundo y sus cenizas
llueven sobre tejados
de barro pobre, tejavana y aire,
que no soportarán la nieve
de otro invierno.
Soledad te nombra,
y acudes, las manos
en los bolsillos de la mañana,
silbando,
como de costumbre,
a buscar un tranvía
que nunca para
en tu extrarradio.

Fernando Alda

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