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jueves, 1 de agosto de 2019

"La casa encendida"

Aunque el título de esta entrada al blog es el que corresponde al extenso poema "La casa encendida", publicado en el año 1949 por Luis Rosales (Granada, 1910 - Madrid, 1992), creo de justicia que al mismo le acompañe otro libro de poemas del mismo autor "Rimas", del año 1951. Ambos los he encontrado en una sola edición de Espasa Calpe, en Selecciones Austral, del año 1979, Madrid.

El primero está considerado como uno de los libros más importantes de Rosales y también de la lírica contemporánea española. Ambos pertenecen a la etapa autobiográfica del autor y, aunque la fecha de publicación de ambos es distinta, pudiera ser que la redacción de los dos libros fuera inversa, es decir, primero "Rimas" y luego "La casa encendida".

Este último es una gran alegoría, con formato onírico y ciertos aires surrealistas, en el que la casa del poeta es real, convertida en símbolo del hogar interior del mismo, con un doble juego entre el referente cotidiano y las simbologías del mas allá. El título proviene de la cuarta parte del poema, la casa de Luis Rosales en la Calle Altamirano, 34, en Madrid.

"Rimas" recoge poemas escritos desde el año 37 en adelante y pese a que su publicación corresponde al año 1951 ha ido recibiendo nuevas composiciones, por lo que no tiene una estructura cerrada.

Luis Rosales, que pertenece a la Generación del 36, llevará a su poesía, cargada de un profundo lirismo, su mundo cotidiano, a caballo entre Granada y su paisaje y la sierra de Guadarrama, contemplada desde Madrid, la Ciudad Universitaria y el mundo que la rodea, en una larga trayectoria como poeta.

En "La casa encendida" Luis Rosales trata de recobrar la mirada pues está "ciego por voluntad y por destino":

"Porque todo es igual y tu lo sabes,
has llegado a tu casa, y has cerrado la puerta
con ese mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes".

Así comienza este extraordinario poema, con la casa apagada de Altamirano, pasando luego por otros hogares, como la casa de la Facultad de Filosofía, la casa de sus padres en Granada, hasta regresar al inicio, en un círculo mágico y virtuoso, que es de nuevo la casa del poeta, la casa que ya está encendida:

-"Buenas noches, don Luis"" -dice el sereno,
y al mirar hacia arriba,
vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-,
Gracias, Señor, la casa está encendida"

Os dejo la portada de Cátedra, que además de los dos libros indicados incluye también "El contenido del corazón".


Fernando Alda Sánchez


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