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domingo, 4 de agosto de 2019

"Vino y pan"

"Vino y pan" es una de las novelas más conocidas de Ignazio Silone (Pescina, Italia, 1900 - Ginebra, Suiza, 1978), tras su universalmente conocida "Fontamara". En la primera reside buena parte del paisaje espiritual de un escritor inclasificable, como todos los buenos escritores.

Ignacio Silone, pseudónimo de Secondino Tranquilli, fue "un cristiano sin iglesia, un socialista sin partido", como le definió José Jiménez Lozano, alguien que "rompió primero -creyendo superarla- con su ideología y sentimentalidad cristiana, franciscana y milenarista", como dice de él Dionisio Ridruejo, en su prólogo al libro de Silone "Salida de emergencia" (Seminarios y Ediciones SA, en Revista de Occidente, Madrid, 1969), para volver a romper "luego no solo con la disciplina, -prosigue Ridruejo- sino también con la ideología del marxismo leninista para encontrarse al fin con una ideología personal, más o menos sincrética, que, tras redescubrir los valores liberales, vuelve a reivindicar el arranque cristiano de sus aspiraciones a una solidaridad redentora y es capaz de seguir usando, con una clara distinción entre medios y fines, los elementos más valiosos del arsenal teórico socialista". El fue uno de los fundadores del Partido Comunista de Italia, pero su oposición a Stalin en la Internacional Comunista le hizo abandonarlo.

Este es en buena parte el viaje espiritual e ideológico de Silone. Para entenderlo  es necesario  asomarse a "Salida de emergencia", pues él lo cuenta en primera personal.  En "Vino y pan" encontramos todas sus obsesiones. Silone es, como Miguel de Unamuno, salvando las necesarias diferencias, un hombre de paradojas. Y ellas pueblan su narrativa.

En "Vino y pan" (tengo la edición que en Libro de Bolsillo publicó Alianza Editorial, Madrid, 1968, y que encontré casi por casualidad medio olvidada en una librería) están las contradicciones históricas de la Italia de los años 30, con el fascismo, la invasión de Etiopía, y los problemas ideológicos que el propio Ignazio Silone alimentaba en su alma, además de los cuestiones sociales y vitales del campesinado italiano. Como fondo, la región de los Abruzzos, en la que nació. La novela es un momento en la vida del protagonista, Pietro Spina, que reúne todos los fantasmas que habitan en Silone. Del personaje se dice en la novela: "A ese hombre Dios le ha tocado en el corazón desde niño, y es el mismo Dios quien le ha lanzado a las tinieblas, en busca suya. Estoy seguro de que aún ahora obedece a la voz de Dios". Es el propio Silone hablando de él mismo. Personalmente nunca he olvidado esto.

Os dejo la portada del libro en la edición de Alianza Editorial.



Esta es, sin duda, una buena novela de un escritor que nos enfrenta a nuestras propias rendiciones, a nuestras propias agonías, a los fondos del alma a los que no queremos asomarnos.


Fernando Alda Sánchez



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