A Yolanda
Si es el silencio
amor, si es tu mirada
el nido que anhelo,
y tus labios la fuente
en la que se solaza la sed
de mi vivir, y eres estrella
polar, y rumbo,
el timón que dirige mi senda
y en ti el amor y la vida
se perpetúan como la alborada
incendia un nuevo día,
como el fuego
aviva el corazón y resplandece,
y la pasión enciende
tus ojos más allá del ocaso,
y en tu esbozo
somos uno, el Todo,
vencida la Nada,
Dios con nosotros.
Un vuelo de aves,
el sur de tus entrañas,
mientras arden el deseo
y la razón en un bosque
de ángeles, y es tu voz
el bálsamo que acude
a mis heridas,
mientras creces y en ti me afirmo,
de Yolanda soy,
en Yolanda creo,
en ti existo
y me transformo,
y en un beso de estrellas,
dulces y profundas,
somos luz, candela,
el día que amanece
y en ti se alimenta.
Fernando Alda Sánchez
Fernando Alda Sánchez
¡Qué hermoso poema! Seguro que Yolanda es una mujer muy afortunada por ser la inspiradora de este poema. ¡Sigue adelante!
ResponderEliminarEs un poema de amor, con algún guiño literario. En concreto a Calixto y Melibea. Pero eso es una simple anécdota. Hay otras referencias ocultas... Pero eso debe interpretarlo el lector.
Eliminar¡qué profundidad!
ResponderEliminarRaquel, me alegro que te guste el poema, Es verdad, es un poema profundo, como profundo es el amor que expreso en el por mi esposa. Son muchos años de vida juntos, de amor juntos, de sentimientos juntos, siempre el Señor en medio de nosotros. Cristo todo lo hace nuevo.
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