Buscar este blog

domingo, 5 de mayo de 2019

Encuentro

El alma sueña bajo la sombra

de los alisos que un torrente de agua
nutre, y en el frescor está el Paraíso,
la quietud de Dios que habla
en voz muy baja, susurrando
desde el cénit del día.

El tiempo ya no reina, la luz,
detenida, no sigue su curso,
solo amor es entonces
uno con el Amado.
Si es música o deleite,
no lo se, más el infinito
se ha llenado de eternidad,
así noches y días pudieran ser del estío,
embriagado de amistad tan grande
que las aves que en ese lugar
anidan son silencio y transparencia,
y el pulso late espaciado como si no quisiera
causar disturbio en el encuentro.

Fernando Alda Sánchez




3 comentarios:

  1. Tienes un maravilloso estilo de esceitura. Me has dejado impresionada con el produndo sentimiento de tu poema. Estoy deseando leer más obras tuyas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un poema esencialmente místico, de encuentro del alma con el Amado, en la mejor linea de mi admirado San Juan de la Cruz.

      Eliminar
    2. Sin leer tu comentario ya pensaba yo en San Juan. En armonía perfecta renacimiento y presente. Muy bueno, Fer. Beso

      Eliminar