Buscar este blog

martes, 3 de marzo de 2020

Ávila

Colinas de melancolía nublan

el paisaje y sueñas en la tristeza
un vuelo de pájaros,
como lágrimas de sutil destreza
que desde las lejanas torres doblan,
tal solitarios faros.
Arde en ti la historia
de una ciudad no olvidada, victoria
será en la muerte final,
tu despertar o incluso la memoria
de estar vivo y amar música sideral
que los nocturnos recuerdos devora
en la desesperación.
Fuera solo el fuego
lo que la dulce pasión
desatada reclama en esta hora,
no es amor, y mueres en el juego
por querer amar la luz
que en el atardecer sus torres dora,
Ávila, desde la cruz
de los caminos, cielo y sol pronuncian
tu deseado nombre, en el que mora
el mal que en ti asoma,
tal veneno libado de redoma,
que no cesa de herir
la nostalgia, el regreso,
las aromáticas flores que anuncian
el abandono al partir,
este fugaz suceso.

Fernando Alda Sánchez

No hay comentarios:

Publicar un comentario