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jueves, 4 de julio de 2019

Juan Gil-Albert

"Obra poética  completa", Juan Gil-Albert (Alcoy, 1904 - Valencia, 1994). Os traigo hoy unas pinceladas de Juan Gil-Albert, un poeta, narrador y ensayista coetáneo a la Generación del 27, con la que convivió y cuya obra poética se recuperó en España, tras un largo exilio exterior e interior, a partir de los años 70.

En sus primeros pasos como escritor bebe de las vanguardias, pero también de la Generación del 27, siendo Manuel Altolaguirre el que le publicó sus poemas iniciales en el año 1936, bajo el título de "Misteriosa presencia". En este libro está presente también la huella del barroquismo de Góngora. Así comienza el primer soneto de dicho poemario:

"Si unos tiempos mejores permitieran
que el amor que me inspiras exaltara,
como de nardos, carnes, en su vara,
unas trovas, alientos te ofrecieran".

Estuvo exiliado, al término de la Guerra Civil Española, en México, regresando en el año 1947 a España, momento en el que se inició su exilio interior. No obstante, siguió publicando libros. Sería en el año 1981 cuando la Institución Alfonso el Magnánimo, de la Diputación de Valencia, publicase, en tres tomos, su obra poética completa. Una edición que, por cierto, guardo como oro en paño en mi biblioteca, bellamente impresa.

De él mismo dice el poeta, en el prólogo de las obras completas, que "dije, en ocasiones, que soy un poeta tardío con relación a mi prosa. He sido, sí, un escritor nato, y los primeros libros publicados en mi juventud denotan, aunque prematuros, que yo he venido a la vida a eso, a ser un escritor y más propiamente, y empleo un término que los jóvenes actuales tienen por desfasado, un artista -literario, claro-".

Felizmente fue recuperada su obra, una poesía mediterránea, llena de contrastes, de vida, de belleza plástica, de hermosas imágenes poéticas. Así, en su poema "Los viñedos", del libro "Las ilusiones":

"Frescos, deliciosos
compañeros imaginarios
que vivís tejiendo las emboscadas
de vuestro turbulento corazón:
decidme el secreto de vuestro centelleo
cuando los labios primaverales
dejan sobre ese cuerpo silencioso
el rumor de la vida,
y hacen brotar la luz de las tinieblas;
decidme el despertar de la vejez cómo se cumple,
y cómo sobrelleva la decrepitud ese sagrado júbilo".

Son versos de una extraña belleza, como los del "Arcángel sombrío", del mismo libro:
"Algún día
el sigiloso administrador de la divinidad,
aquel doncel extraño,
descenderá, para llevarme allí
donde su espada da luz a los elegidos
y la radiante oscuridad de sus ojos
satisface la integridad del hombre,
así como la fruta madura
sirve al inextinguible apetito de la muerte".

Sin duda se trata de una estupenda relectura para cualquier momento del año. Si no os apetece leer toda la obra completa de Gil-Albert os recomiendo  la Antología de su obra titulada "Concierto en mí" de la editorial Renacimiento, cuya portada os dejo.



Fernando Alda Sánchez




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