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miércoles, 31 de julio de 2019

"Pablo García Baena"

Pablo García Baena (Córdoba, 1923 - 2018) es un poeta muy grande, del Grupo Cántico, de Córdoba, y confieso que su poesía barroca y esteticista me sedujo desde el primer momento.  Leí su "Poesía Complea 1940 - 1980)  hace muchos años, en la edición de Visor, con introducción de Luis Antonio de Villena, Madrid, 1982, como aquel que acaba de descubrir un tesoro literario y se deja fascinar por su belleza.

Pablo García Baena es un poeta intimista, con una visión extraordinaria sobre aquello que le rodea y que plasma con una belleza encendida, cautivadora, llena de palabras sonantes y hermosas, lo que ve, lo que siente, lo que crece ante sus ojos.

Este poeta cordobés bebe de muchas fuentes, y lo hace de San Juan de la Cruz, al que leyó desde muy temprana edad, de la Generación del 27, de Luis Cernuda, por ejemplo, o de Pedro Salinas, y de otros muchos y buenos poetas que la lengua castellana ha dado. Luis Antonio de Villena le considera uno de los más grandes poetas de su generación y "el mejor, sin duda, en su estilo".

La poesía de García Baena tiene toda la luz y toda la sonoridad de los poetas del sur y el "manierismo" que alienta en sus versos nos conforma en la transmutación barroca de la belleza en líneas y formas que se entrelazan, pues así se unen sus versos en sus poemas en un verdadero alarde plástico de palabras que incendian los ojos y el alma.

"Pasa y estás como una pisada antigua sobre el mármol,
y hay en tu fondo un velo de argenterías fenicias,
y en la noche de la Albolafia
surgen de oscuro labio enamorado
las suras como negras palomas implorantes"

escribe el poeta en "Río de Córdoba"

o los versos de "El pálido extranjero":

"Si aún el corazón golpea en mi costado
y hay labios esperándome
¿por qué, otoño, levantas el sombrío cadalso de tus bosques?
¿Por qué en la roja poma escondes insidioso el rubí de las úlceras?
Aguarda aún, aguarda,
que el estío me ciñe en su lecho de fiebre
y un viento impetuoso
aviva el lampadario voraz donde la llama
quema la sed viva del cuerpo,
y el párpardo, y el músculo, y las venas crepitan
sin consumir jamas su danza triste y muda".

No os canso. Creo que como presentación de tanta belleza como encierran los poemas de Pablo García Baena es suficiente. Lo mejor se leerle. Os dejo la portada de la nueva edición que Visor ha hecho de su Poesía Completa desde 1940 hasta 2008, que amplía su trayectoria. La introducción también es de Luis Antonio de Villena.




Fernando Alda Sánchez


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