La vida rasga sus ojos, se asoma como un felino que no conoce misericordia, y el fulgor de los zarpazos como llamaradas de sangre o carbones encendidos de ira te basta para saber que seguir vivo es arder en la memoria, o algo tan simple como mirar al cielo.
Has escuchado la voz de los poetas antiguos, el nombre de la muerte, conocido los dédalos de la desesperación, has caído, hincado las rodillas, naufragado en el estiércol y la traición. ¿Habrá esperanza? preguntas con los ojos, mientras cae la tarde, y es verano y en la plaza el esplendor de la luz se ciega en lágrimas, o es el tiempo que rueda y se desgrana. ¿Habrá esperanza?
Precioso.😘
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, Mayte
EliminarPoeta, sigue la vida aporreándonos con una realidad durísima en este mes de Junio de 2020.
ResponderEliminarBellos versos.
Un saludo.