Linterna es esta breve
luz que se ha desprendido del fuego,
reflejo de la hoguera,
apenas una lamparita de aceite
que arde como luciérnaga.
Para tan desmesurada tempestad
como es la vida es poco arreglo,
pero acompaña su titilar,
y sabes que no estás solo,
que llegado el caso evitará
diligente el abismo y señalará
su borde hambriento.
Es como una rosa
amarilla recién abierta
en el rosal de mayo,
te enciende los ojos,
entibia tus manos,
puedes ver y tocar,
construir tu circunstancia,
alborear un sueño.
Ya nunca más será solo la noche,
tinieblas no reinarán
en esta patria de abandono,
como cuando al nacer
aprendes la primera luz del mundo
y nunca más la olvidas.
Fernando Alda Sánchez
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