Buscar este blog

viernes, 11 de octubre de 2019

"Tiempo de silencio"

"Tiempo de silencio" es de esas novelas que si no se hubiesen escrito, habría que escribirlas. Afortunadamente lo hizo Luis Martín-Santos (Larache, Marruecos, 1924 - Vitoria, España, 1964), escritor y psiquiatra. Es su única novela, pues publicó varios ensayos, y dejó inacabada su "Tiempo de destrucción".

Estamos ante una gran novela, ante una maravillosa novela, ante un tesoro literario que renovó la narrativa española de los sesenta (fue publicada en 1961). Vio la imprenta, y, por tanto, la luz pública, con párrafos suprimidos por la censura imperante en España en esa época. No fue hasta el año 1981 cuando se publicó, ya en Democracia, la versión original que había escrito Luis Martín-Santos. Todas las ediciones corresponden a Seix Barral. Tengo en casa la del año 1981, como una preciada joya.

"Sonaba el teléfono y he oído el timbre. He cogido el aparato. No me he enterado bien. He dejado el teléfono. He dicho: "Amador". Ha venido con sus gruesos labios y ha cogido el teléfono. Yo miraba por el binocular y la preparación no parecía poder ser entendida". Así se inicia el relato, una novela que me atrevo a calificar de culto para todos aquellos que la han leído. Tanto es así que está considerada como una de las mejores novelas en español del pasado siglo XX. Me permito ampliar el arco, calificándola como una de las mejores novelas de la literatura contemporánea. Desde el mismo momento de su publicación recibió una gran acogida por parte de la crítica. Y no es de extrañar.

La novela es fiel espejo del Madrid de los años cuarenta, es fiel retrato de la sociedad, en sus distintos niveles, de aquella sociedad oscura y silenciosa, llena de tristeza, de aquellos años de plomo.La narración es el desarrollo de un fracaso, el de su protagonista, pero es también la culminación de la sordidez del ambiente, de los personajes que aparecen en el mismo como espectros.  Ahora bien, el estilo con el que está escrita supone un aire nuevo, pues aporta frescura literaria, en una magnífica simbiosis entre relato y narración, entre personajes e historia que se narra y la forma en la que se hace. Es decir, lo importante, además de lo que se cuenta, es la forma en la que se cuenta, el estilo, más que la técnica, pues estamos ante un relato de desarrollo clásico en el que lo sencillo se impone por encima de todo.

Por supuesto, relectura o lectura, como siempre, absolutamente recomendadas.

Fernando Alda Sánchez

Os dejo la portada de la edición de esta novela llevada a cabo por Austral


No hay comentarios:

Publicar un comentario